16 de diciembre de 2010

El final de "el ojo del boticario"

El final de "el ojo del boticario"

¿Mal de amores?

VIDENTE MEDIUM DIRECTO

PROFESOR SORIBA

VIDENTE MEDIUM CURANDERO AFRICANO
EL GRAN ILUSTRE MÁS CONSULTADO EN ESPAÑA

CON RAPIDEZ, EFICACIA Y GARANTÍA EN SU TRABAJO
ESPECIALISTA EN PROBLEMAS DE AMOR

El poderoso mago con más de 30 años de experiencia en todos los campos de la alta magia, heredado de sus antepasados. Viene de una nación más conocedora del vudú del desierto africano, ha resuelto miles de casos difíciles en todo el mundo. No espere más y deje de seguir sufriendo, pídale ayuda, él resuelve todo tipo de problemas por difíciles que sean. En el trabajo, suerte, amor, salud, adelgazar, impotencia sexual, protección de la familia, enfermedades crónicas, atracción de clientes en los negocios, protección contra todo tipo de males. Si su pareja querida le ha dejado, no dude en contactar con el maestro para devolverle la felicidad. Tengo solución donde otros fallan. La recuperación de su pareja es inmediata.

Resultado al 100% en 72 horas y todos los demás resultados siete días como máximo.

Tiene los espíritus mágicos más rápidos que existen en toda clase de magia espiritual y poderosa, también acepta trabajo por correspondencia en caso de no poder desplazarse al lugar, no dude en llamar al número que cambiará su vida.

RECIBO TODOS LOS DÍAS DE 8 A 23 h.

(Nota: ESTO NO ME LO HE INVENTADO YO)

1 de diciembre de 2010

Dancing with the Moonlit Knight


Genesis: Dancing with the Moonlit Knight (1973)


The band:

Peter Gabriel: Vocals, flute, percussions
Phil Collins: Drums, voices
Tony Banks: Keyboard, guitar
Mike Rutherford: Bass, guitar
Steve Hackett: Guitars


25 de noviembre de 2010

Boilerplate 1893


BOILERPLATE: HISTORYS MECHANICAL MARVEL

Boilerplate was a robot built by Professor Archibald Campion in 1893 as a prototype, for the self-proclaimed purpose of preventing the deaths of men in the conflicts of nations, Boilerplate charged into combat alongside such notables as Teddy Roosevelt and Lawrence of Arabia.

Fuente: www.BoilerplateRobot.com

(Por gentileza de Roger Crunch)

21 de noviembre de 2010

El próximo premio Nobel

En el silencio de la noche, apoyado contra la pared del viejo hangar y alumbrado apenas por la luz mortecina de la farola de la entrada, el teniente psicólogo Martínez medita sobre el futuro inmediato del robot calcinado.

El teniente psicólogo Martínez sueña consigo mismo en su delirio de grandeza

Así podía comenzar esta entrada: con un tono épico salpicado de clandestina nocturnidad. Pero la realidad impone inexorablemente su burda existencia, y lo cierto es que el teniente psicólogo Martínez fue expulsado de aquel hangar abandonado de la Base aérea de Tablada a las primeras de cambio. (Ver: Fuga en Tablada II) Hizo sus mediciones, tomó notas, y fue invitado por los hombres del capitan Lahoz a abandonar la sala de operaciones en cuanto llegaron los técnicos alemanes.

Cuando expuso en su informe que el incendio había sido provocado voluntariamente por el robot, se convirtió en un elemento incómodo al que debían apartar y silenciar. Los técnicos militares no podían aceptar esa hipótesis: suponía dar por sentadas muchas cosas… Que el robot tenía voluntad propia, que había planeado abandonar su puesto movido sólo por su ansia de libertad, que había desobedecido los principios esenciales de la Robótica poniendo en peligro la vida de seres humanos y su propia integridad… Imposible admitirlo.

Diapositiva realizada al robot en 1975 con motivo de una de sus "reprogramaciones"

No podía hablar propiamente de voluntad, tratándose de una máquina. Pero, ¿cómo llamar entonces a estos “errores”? Tenía que convencer a la comunidad científica internacional y a todo el mundo de que había descubierto un robot que sentía impulsos eléctricos liberadores, hasta el punto de planear una fuga de la base militar con incendio incluído. Resultaba ridículo.

Repasó sus antiguas notas sobre los test realizados al robot en anteriores intervenciones (ver: Angelita III y Angelita IV), en busca de datos objetivos que pudieran corroborar sus suposiciones. Entonces encontró las claves de todo el proceso, pequeños descubrimientos que antes pasaron desapercibidos y que ahora le parecían reveladores:

Si bien el concepto de "personalidad" no es aplicable con rigor a la máquina, los avanzados sistemas de percepción y relación del A-03 sí le permiten iniciar procesos emotivos.

Sus sistemas de percepción sensorial muestran una tendencia errática derivada de la autodramatización y la exagerada expresión emocional.

Allí estaba todo: lo tuvo siempre ante sus ojos, pero ni él mismo pudo creerlo entonces. Ahora ya no cabía ninguna duda. Ante sí tenía un caso único en la ciencia moderna… Allí estaba el próximo premio Nobel… Y era todo para él…

Gráficos Deisseroth de los impulsos centrales de la Unidad 30 A-03

Izquierda: respuesta autómata de un robot "normal" ante estímulo exterior.
Derecha: en rojo, detección de respuesta emocional en el robot 3003.

Pero no podía probar nada de aquello. Sin acceso a la memoria del robot todo era una ridícula suposición sin pruebas de ningún tipo. Era muy posible que la gente de C.A.S.A. ya hubiera destruído las unidades de almacenamiento de memoria del 3003, y la documentación sobre los test y las sucesivas reprogramaciones realizadas estaría a buen recaudo en cualquier sótano del Ministerio. ¡Se encontraba ante el descubrimiento del siglo y no podía demostrarlo!

El robot podía reconstruirse, claro, pero sin los registros de la actividad electroneuronal anterior al incendio todo quedaba reducido a los desvaríos de un vulgar psicólogo militar.

El próximo premio Nobel…

12 de noviembre de 2010

Escena rifeña (V)

Jeroglífico (Zoco el Had)


Zoco el Had. El zoco como debió de ser desde siempre.

Un mundo muy mediterráneo. No creo que los mercados romanos y griegos se diferenciasen mucho de este tipo de zocos…

Pero yo no me considero Ulises.

Patatas, cebollas, cilantro, limones, tomates, hierbabuena, zanahorias, pimientos, remolachas, alfalfa, nabos, calabazas...


Dos puestos de carnicería propios de los siglos que nos precedieron.

Mulas y burros atados estaban por allí, ¡vehículos sostenibles, siusplau!


Zoco el Had. Hubo una época en que el mundo mediterráneo debió de ser así. ¡A ver cuánto tiempo le quedan a estos zocos! ¡Por lo menos yo puedo decir que los conozco!

(Texto y foto © Ramón Gutiérrez)


(Nota: Zoco el Had significa "mercado del domingo")


3 de noviembre de 2010

Nuevo disco de Jamón de Mono


Jamón de Mono presenta su primer disco: Se busca banda.


Se busca banda da vida a doce temas de rock cannábico kalimochero. Pero ¿qué es Jamón de Mono? Por ahora, es el proyecto en solitario de Fernando de la Pola. Durante el verano del 2009, Fernando decide proponerle el proyecto de producción de doce temas de rock a Zuri, patriarca del reggae flamenco y polifacético artista malagueño de larga trayectoria, que además de cantante, es productor y compositor. Este trabajo, que os podéis descargar libremente, es el resultado de esta unión. Fernando, voz de Jamón de Mono, es el autor de música y letra, mientras Zuri se ha encargado de toda la producción y grabación del disco desde su estudio en Marbella. Jamón de Mono sigue en la actualidad sin banda, de ahí el maldito título del disco, pero puede que dentro de poco la tenga.

Podéis escuchar todos los temas en www.jamondemono.com y aquí os dejamos el vídeo del single:



Jamón de Mono: Malos tiempos (2010)


1 de noviembre de 2010

Comparativa España - Marruecos: Tú eliges

Poco a poco, con el paso de los días y la observancia de los carteles de comercios y tenderetes, fuimos comprendiendo que había muchos puntos en común entre dos pueblos tan distintos como somos españoles y marroquíes.

Los carteles reflejan la diferencia entre ambas culturas, pero también suponen un punto de encuentro: al menos, un punto de encuentro de intereses, el lugar para comprar y vender, la puerta de la alafía. Y es que, aunque esté feo decirlo, el interés nos une. La pela es la pela, o no?

Como último ejemplo, miremos el siguiente cartel: una joya del Marruecos imperial. Pertenece a la Cafetería Bab Mansour, situada justo enfrente de la impresionante Bab Mansour de Meknes, que aparece pintada con detalle en la parte superior del cartel. Evidentemente, el dueño de este comercio se preocupa por la satisfacción de sus clientes y por el mantenimiento del Patrimonio Histórico de su país, que no es poco. Si la lista de precios os parece una delicia, no os podéis ni imaginar cómo están los batidos multifruit.

Cafetería de Meknes (Marruecos). Un sitio ideal para merendar.

En otra línea, con otro estilo, el listado de precios español -más concretamente del sur peninsular-, carece del afán estético y el colorido de los marroquinos, pero también atraen y miman a su manera a los potenciales clientes. Veamos un ejemplo:

Aquí tenemos la clásica pizarra de precios española. Efectivamente, en cuanto a su apariencia no admite comparación con la belleza de cartel moruno que veíamos anteriormente. Aquí no hay color, no hay figuración. Con el paso del tiempo y la mucha tiza se volverá blanquinosa y triste, como todas las pizarras negras del mundo. Pero mira qué precios. Están para entrar y comprar. Y simplemente con leerla se pueden combartir los terribles calores de Sevilla en verano. No hay aquí la belleza barroquista de lo moro, pero refleja condensada toda la cultura de un pueblo sabio.

Pescadería de Sevilla (España). Buenos precios "anti-crisis".

En definitiva, como dice mi amigo Simón el de la Asesoría Carreño, “cada uno es como es, pero al final todos vamos por el interés”.

F I N


29 de octubre de 2010

Prohibido pintado


Prohibido pintado

(Música: Jonathan Richman)













Pintadas prohibidas. Sevilla, 2010.

(Fotos: David Calvo)


27 de octubre de 2010

Cantautoras sositas

Esas cantautoras pavisosas... ¡Cómo me gustan! Cantautoras con ropita de niñas bien, preciosas voces y sujetadores con relleno. Muchachas sencillas, nueras ideales, con melena lacia o media melena... me encantan. ¡Ay, quién las pillara en una noche de afonía!




Zahara: Merezco (2009)





Marta Tchai: Perdiendo disciplina (2010)




Georgina: Me enamoré (2010)


21 de octubre de 2010

Fuga en Tablada (II)

A los militares de la Capitanía Militar de Sevilla les interesaba conservar el viejo Aeródromo de Tablada porque suponía una salida fácil y segura hacia Jerez o Málaga, en caso de que las cosas se pusieran mal en la capital del sur. Los obreros de Construcciones Aeronáuticas y de la Fábrica de Artillería estaban cada vez más nerviosos y no se descartaba la posibilidad de un atentado. Ni el Gobernador Civil se sentía a salvo. Por eso le pidieron al Ministro del Ejército la renovación de los barracones siniestrados tras el terrible incendio provocado por un sobrecalentamiento en el cableado de la Central de Comunicaciones.


Aeródromo de Tablada (Sevilla)

El presupuesto enviado a Madrid para reponer los sofisticados equipos calcinados sobrepasaba los dos millones de pesetas, una auténtica burrada. A nadie en Sevilla hubiera extrañado que los generales de Ministerio hubiesen clausurado las instalaciones.


Instalaciones siniestradas

Sin embargo, los militares decidieron reconstruir la vieja base de aviación, dotarla de los medios técnicos más avanzados y reforzar y ampliar la pista de aterrizaje. En Sevilla no se lo creían. Dado el escaso valor estratégico de Tablada, aquel esfuerzo económico parecía un derroche más de los tecnócratas del Gobierno.

Entre el inventario de bienes siniestrados figuraba una "Unidad automatizada de comunicaciones y rastreo de señales 30 A-03", de fabricación alemana de 1940. En un primer momento, el robot autómata fue señalado como causante del incendio (ver Fuga en Tablada I), pero los agentes del Ministerio llegados pocos días después de los hechos eximieron a aquella máquina alemana de toda culpa, y determinaron como causa del siniestro un fallo en el circuito de refrigeración del panel central.

Estado del robot tras el incendio.


Los restos calcinados del 30 A-03 fueron trasladados a un hangar de la zona este, algo retirado de los demás, que quedaba separado de la pista por una vieja valla. Hasta allí llevaron un camión-taller nuevecito escoltado por dos motoristas de la policía local.

También se desplazaron a la base el Teniente psicólogo Martínez y un equipo de técnicos de C.A.S.A. bajo las órdenes del Capitán Ingeniero Lahoz, que ya había asistido al robot en otras ocasiones. Todo aquel despliegue de personal y medios causó enorme expectación entre los reclutas de la base, y la cantina no cerró en toda la noche.

17 de octubre de 2010

Fuga en Tablada (I)

¡Anda que no se iba a escapar el robot ni ná! O por lo menos intentarlo, que es lo que hizo aunque no le valió de mucho. La estructura que le mantenía inmovilizado frente a la mesa metálica era demasiado rígida como para poder liberarse de ella.

"Potro de tortura" diseñado por los técnicos militares
para mantener inmovilizado al robot 3003


Frente a él, todos los instrumentos de comunicación y seguimiento del vetusto aeródromo ululaban alocados al sentir la enorme tensión que la máquina provocaba en su intento de fuga, pero todo su empeño resultaba inútil.

El sofisticado sistema de anclaje constaba de dos pares de clavos "inteligentes" que tenían sujeto al robot como si hubiera nacido soldado a aquella plataforma. Estos clavos estaban provistos de hasta doce sensores que enviaban ondas electromagnéticas al receptor instalado en la cabina de guardia de la sala de comunicaciones. Si la presión subía por encima de lo esperado, o el sensor sufría algún tipo de torsión, calentamiento o golpeo, una señal de alarma se activaba y rápidamente recibía la visita de los soldados de turno. Mal rollo.

Clavos "inteligentes" del sistema de anclaje

Le resultaba imposible interferir la señal de aviso, porque su transmisión era por cable. Pero tal vez podría encontrar la manera de calentar precisamente esos cables hasta provocar un cortocircuito. Era una posibilidad. Se podía hacer.

Las conexiones de la sala de control podían convertirse
en el punto débil de aquella cárcel para robots


28 de septiembre de 2010

Leandro Gado



Concierto de Leandro Gado en la sala El Canalla.
Sevilla, septiembre 2010
.


Leandro Gado en El Canalla.

Sí, ya sé que el título de este poft suena como eco lejano de patio interior, pero es lo que fue, como solía decir (según cuentan) la madre de mi abuela al padre de mi abuela, “lo que bien estuvo, bien está”, haciendo la típica pirueta conceptual de emanaciones cuánticas. Justamente algo así fue la sensación que nos dejó a los asistentes el debut absoluto de Leandro Gado, una banda que dará que hablar próximamente en los círculos mercantiles, con su rock de regusto sureño y retrogusto de frutas del bosque con camarones. Frescura y ganas de pasarlo bien alargando los segundos y flexionando las vértebras a base de rugidos armónicos y quejíos psicodélicos de los que ya no quedan. Todo un guiño al equinoccio y a las bajas presiones. Confiemos en que esta banda se consolide y podamos topárnosla en el futuro con frecuencia en los acueductos de la vida regalada.

(Publicado por
Elevalunas en nosoloimpulsos)

25 de septiembre de 2010

El sueño del robot

A partir de las dos de la tarde el robot suele desconectar un poco, porque hay pocos mensajes que transmitir o traducir, y porque los mandos militares se van a sus casas para almorzar.

A esa hora, en el viejo barracón del Aeródromo de Tablada entra el sol sin ganas, calentando lo justo para producir un cierto sopor hasta en máquinas tan insensibles como el 3003. Poco a poco, el robot resbala por el tobogán de la modorra sureña. Sus cables y sensores aletargados le transportan entonces a un mundo mejor; un mundo en el que los robots puedan tener (rrrrrrrrrrrr) y zonas de ocio, disfruten de libertad de información y de opinión (rrrrrrrrrrrr) los derechos del robot trabajador y se legalice la insumisión militar (rrrrrrrrrrrr) humanos y robots compartiendo juntos una vida digna...

Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr... ¡clic!



20 de septiembre de 2010

Miseria de robot

Unido a una mesa de trabajo por dos tornos de anclaje de cromo-vanadio de enorme dureza, el robot 30 A-03 se quejaba en silencio de su mísera existencia en un triste barracón del Aeródromo de Tablada de Sevilla: privado de su unidad automotora, se encontraba inmovilizado frente a los aparatos de aquella sala de comunicaciones, condenado a trabajos forzados, convertido en una máquina cualquiera. El 3003 añoraba aquellos años en los que todos le miraban con respeto y admiración.

Fotografía del sofisticado sistema de anclaje.

Fueron tiempos difíciles, desde luego, pero el Caudillo sabía bien lo que hacía y puso a su servicio a militares y polis. Recordaba perfectamente a aquella mujer, Angelita, agente de Interior disfrazada de monja, que le trajo desde Beirut hasta Sevilla cruzando el desierto egipcio… Qué tiempos! Y cómo echaba de menos su unidad de desplazamiento automotor Pukot, una maravilla de la tecnología alemana. Sí, fueron tiempos difíciles, pero entonces era libre, o al menos todo lo libre que puede ser un robot militar en un mundo de crueles humanos.

Ahora, despojado de sus metálicas extremidades, el robot se hundía cada vez más en una especie de cibernética deseperación existencial.

Unidad de desplazamiento Pukot

Y es que para un robot androide sus "piernas" son su vida. Un robot de cocina, o un brazo robotizado de una cadena de montaje, incluso la unidad de Control de una central hidroeléctrica pueden realizar todas sus funciones sin desplazarse, pero ¡un robot androide! Un robot androide sin piernas no es más que un montón de chatarra al que algunos desocupados sacan brillo.


Un robot androide sin un buen sistema de desplazamiento no es más que una marioneta en manos de su doctor Frankenstein particular, un esclavo al servicio de su amo.


Un robot androide sin piernas no es nada.


12 de septiembre de 2010

Las preguntas que me hacéis (XII)

PREGUNTA: Hemos observado que has cambiado el aspecto del blog. ¿A qué se ha debido?
RESPUESTA: Hay que “renovarse o morir”, no? Esa es la dialéctica del siglo XXI.
PREGUNTA: Muchos seguidores echan de menos el aspecto anterior del blog. Parecía más personal, más íntimo. Por ejemplo, la cabecera actual resulta fría, como más “industrial”. ¿Qué opinas de esto?
RESPUESTA: Creo que los lectores tienen razón. Desde ese punto de vista, la cabecera anterior era más artesana; ésta es más “máquina”. Pero pienso que todo esto dejará de tener sentido dentro de poco, porque nadie recordará ya el antiguo “ojo del boticario”. Los cambios no han sido tantos ni tan importantes: renovar un poco el aspecto del blog, para que la gente no se aburra de ver siempre lo mismo, eso es todo.

Cabecera anterior, realmente chula

PREGUNTA: Pero hemos perdido la "canina" con el reloj, y esa sentencia latina por encima de todo, memento mori, como una advertencia antes de iniciar el camino… Ese grupo gustaba bastante. ¿Por qué lo has quitado?
RESPUESTA: Había dejado de tener sentido.
PREGUNTA:¿Ya no te preocupa el paso del tiempo?
RESPUESTA: Sí, pero todo el mundo tiene reloj y esqueleto, de modo que ¿para qué repetirlo en el blog? Era redundante.

Esqueleto

PREGUNTA:
Bueno. También has cambiado las etiquetas, las “claves”. ¿Cuál es el motivo?
RESPUESTA: He simplificado un poco el sistema del curioseo, porque creo que resultaba confuso (al menos para mí). Pero los contenidos siguen siendo los mismos; la diferencia es muy superficial.
PREGUNTA: ¿Los contenidos? ¡Si con tu blog no hay quien se aclare! Todavía no sabemos de qué va.
RESPUESTA: Bueno, creo que hay unos ejes claros sobre los que gira todo lo demás: lo absurdo de nuestra existencia, el paso del tiempo, la fugacidad de las cosas... Los temas clásicos, los topicazos de siempre.
PREGUNTA: ¡Y el amor! Otro de los temas importantes en tu blog es el amor, no?
RESPUESTA: No. El amor, no.

¡Qué bonito es el amor!


5 de septiembre de 2010

La aventura de Pedro

Como ya os decía, pasábamos los escasos ratos muertos que se producían en nuestro fascinante viaje al Marruecos Imperial mirando los carteles de los comercios morunos, comentándolos, bromeando sobre ellos. En general estos anuncios son reflejo del esmero con que los comerciantes cuidan su clientela, pero en algún caso fueron la solución a imprevistos y necesidades que nos iban surgiendo en nuestro quehacer turístico.

Una vez paramos en un pueblecito cercano a Fez porque uno de los todoterreno se calentaba en exceso. Decidimos esperar en una cafetería a que le echaran un vistazo al radiador del coche, pero Pedro, que no se pudo liberar de su ansiedad en todo el viaje, se arriesgó a visitar el zoco local por su cuenta. Se despidió brevemente, cruzó un bello arco moruno que servía de entrada al mercado y desapareció entre callejuelas llenas de tenderetes.


Por esta puerta se introdujo Pedro en una verdadera trampa para incautos

Aunque a nadie hizo gracia aquella imprudente escapada de Pedro, ni siquiera la comentamos, de acostumbrados que estábamos a sus impertinencias y desplantes.

Según él mismo explicó a la vuelta, callejeó un poco curioseando entre los puestos llenos de cachivaches hasta que descubrió justo enfrente a un moro que le miraba fijamente. Esquivó la mirada bajando los ojos hacia los cacharros cubiertos de polvo. Al momento alzó de nuevo la cabeza: el moro seguía observándolo sin pestañear. Decidió marcharse hacia otro lugar con la esperanza de perderlo de vista, pero aquel inquietante moro le seguía a cierta distancia. Lo hacía con descaro, a sabiendas de que era un turista incauto y que se encontraba solo. Posiblemente le había estado persiguiendo desde que cruzó el arco de entrada.

Pedro intentó darle esquinazo varias veces, pero todo fue inútil. El moro esperaba la mejor oportunidad para abordarlo y atracarle. En su desesperado pensar, Pedro se sabía doblemente perdido: ni sabía dónde estaba, ni cómo podía escapar de aquella peligrosa situación.


Pedro sufrió una terrible persecución por un laberinto de callejones como éste

Víctima del miedo, se volvía hacia su perseguidor y le mostraba sin disimulo sus puños cerrados, intentando intimidarle pero sin dejar de huir. Entonces le dio por mirar los carteles de los comercios y tenderentes que pasaban precipitadamente ante sus ojos, como si entre ellos pudiera encontrar una salida. A la derecha una tienda rara y un dentista. No le produjeron confianza alguna.


Tienda rara y dentista

A la izquierda lo vio claro: cus cus y pinchitos. Se precipitó dentro del bar.


Cartel salvador

- ¡Perdón, mesié! ¡Perdón, mesié!, - gritaba compulsivamente, intentando llamar la atención del camarero que le miraba extrañado sin comprender la causa de tanta agitación.

Pedro volvía la cabeza hacia la calle una y otra vez. El moro le esperaba justo en la acera de enfrente.

- Que voulez-vous? - se atrevió a preguntar el camarero desde el otro lado del humilde mostrador, temiéndose lo peor de aquel turista que parecía borracho… y español!
- Un té, pliss – respondió Pedro. Su voz sonó como la de un niño asustado.

El camarero se perdió tras la sucia cortina que separaba el infiernillo y varias ollas de cobre del resto del local, y Pedro se desplomó sobre una silla de la mesa más cercana. Miró a su alrededor. En el local había otros dos clientes. Parecían tranquilos. A través de la puerta abierta veía perfectamente a aquel moro cabrón mirándole fijamente, como un buitre esperando la muerte de su víctima. Con los puños apretados sobre la mesa pringosa, notaba cómo el miedo se iba convirtiendo en impotencia, y la impotencia en rabia.

Pedro no recuerda en qué instante me vio pasar por la puerta del cafetín junto con Miguel, otro de los comerciales premiados, que nos adentramos en el callejón para comprar tabaco. Quedamos muy sorprendidos cuando vimos salir precipitadamente de aquel sucio local a Pedro. Casi caemos los tres al suelo del ímpetu con que se abrazó a nosotros. Estaba pálido como la cera y tenía todo el rostro lleno de pequeñas gotas de sudor. No quisimos preguntar, pero supimos al instante que algo había ido mal. Muy mal. Poco después él mismo nos lo contó todo.