20 de abril de 2010

Bhalil

Por fin llegamos a alguna parte: un pequeño pueblo, muy pintoresco, en el que la gente vivía en cuevas horadadas en la ladera de un monte.

Cuevas en Bhalil

- Esto me recuerda al Sacromonte, - dijo Manolo.
- Es igual, pero en la otra orilla, - aventuró Pedro, y todos nos volvimos para mirarlo extrañados menos Said el chófer, porque no entendió la frase.
– Si nos damos cuenta, Andalucía y Marruecos son iguales. Es como si el mar fuera un espejo: una orilla es reflejo de la otra orilla. Y este pueblo es como el Sacromonte en Granada; y Nador es como Algeciras, y Chaouen como Arcos de la Frontera…
- Pero esos sitios no están en paralelo, no se corresponden - me atreví a interrumpir.
- Es que el desplazamiento no fue solamente en línea recta. Los continentes también se desplazaron lateralmente y eso...

Mientras soltaba su perorata, Pedro gesticulaba moviendo las manos como si de Europa y África se trataran. Los demás hacíamos esfuerzos por entender aquellos vaivenes tectónicos.

Interior de una casa-cueva

– En la prehistoria los continentes estaban juntos, pero fueron separándose poco a poco. Ahí nació el mar Mediterráneo, del agua que se coló del océano Atlántico al abrirse la tierra. Y esos sitios que os digo son iguales porque antes estaban juntos. Mirad el monte Gurugú y el peñón de Gibraltar. La prueba de que antes los dos sitios estaban juntos es que en el Gurugú viven los mismos monos que en Gibraltar, ¿comprendéis?


Monos en el Gurugú

- ¿Los monos de Gibraltar son los mismos que los del Gurugú?, -preguntó Manolo.
- Claro que sí. Lo miras en Internet, si quieres. Y este sitio estaba antes al lado de Granada, por eso la gente también vive en cuevas como en el Sacromonte.

Todos nos quedamos en silencio, reflexionando sobre las palabras de Pedro. La verdad es que este Pedro decía a veces cosas raras. Lo hizo en varias ocasiones durante el viaje.