29 de mayo de 2010

Ihen el herborista


Las herboristerías y pharmacies son las boticas del Magreb. Allí se encuentran remedios para todos los males, hierbas aromáticas, cremas y jabones, perfumes embriagadores, especias orientales... Son realmente unos comercios fascinantes.

Herboristería. Zoco de Rissani.

Algunos de estos locales, llenos de tipismo y botes viejos, se han convertido en una atracción turística más, y los herboristas viven esperando a que algún chipi autóctono les llene la tienda de extranjeros dispuestos a comprar cualquier jarabe dulzón.

Interior de una "farmacia". Medina de Fes.

Eso es exactamente lo que hicieron con nosotros. Los guías nos llevaron a una pharmacie montada para turistas y allí, sentados en unos banquitos, nos explicaban las bondades de los antiguos remedios morunos, nos daban a probar perfumes en frascos pringosos, jabón y aceite de argan, cremas para las manos, para la caída del cabello, hierbas para combatir el mal aliento y también para la impotencia masculina.

El muchacho que hacía las veces de herborista no paraba de responder “waha madam” a todas las preguntas que nuestras compañeras de viaje le hacían. Afirmaba sonriendo que tenía remedios para todo. Y yo le creía.

Herborista tipo "waha madam"

Sin embargo, Manolo el malagueño miraba todo aquello con cierto recelo:
- A mí me parece que este tío sabe de yerbas lo mismo que yo.
- ¿Por qué dices eso? -, pregunté al momento.
- Yo creo que éste es un pelagatos al que le han puesto una batita blanca porque sabe hablar español, y ahora pretende sacarnos la pasta.
- No estoy de acuerdo contigo. Eso es pensar mal de esta gente por la cara.
- Vosotros no tenéis ni idea. Si conocierais a Ihen el herborista, comprenderíais lo que estoy diciendo -, replicó Manolo.
- ¿Quién es ese Ihen?
- Ihen Ihen, el herborista de Rissani, es un auténtico sabio, un chamán; es el brujo de la tribu. Ihen sabe cosas que desaparecieron de los libros hace ya mucho tiempo, conoce todas las plantas del desierto y sus propiedades. Su familia las macera y las mezcla para conseguir brebajes que resultan poco menos que milagrosos, por las propiedades curativas que tienen. Él es un verdadero médico naturista, y no estos charlatanes de mercadillo.

Ihen Ihen, el herborista.

(Esta es mi foto favorita. La mejor de todas. Un día hablaremos más despacio de este impresionante cartel).