Mostrando entradas con la etiqueta La compañía de verano. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta La compañía de verano. Mostrar todas las entradas

16 de febrero de 2010

Guus, ¿está Kees? (Escena I)


La Compañía de Verano presenta


Guus, ¿está Kees?
SAINETE EXPRESIONISTA


DRAMATIS PERSONAE


KEES VAN DONGEN, joven pintor holandés afincado en París
GUUS PREITINGER
, esposa de Van Dongen
PABLO RUIZ PICASSO, afamado pintor
FRANCESCA
, amante y musa de Picasso


En el estudio de VAN DONGEN en el "Bateu-Lavoir", en París. El joven pintor, apasionado anarquista, empieza a poder vivir de su pintura. Entre 1906 y 1909 tiene como vecino de estudio a Picasso, que le terminará llamando "er Kropotkin", de lo rojo que era.


ESCENA I
Guus, Picasso

PICASSO: (Asomado a la puerta, con voz atiplada y lamiosa) Guus, ¿está Kees?
GUUS: ¡Ya está aquí el pesado este! A ver qué quiere ahora. (Gritando) ¡Sí, Pablo! ¡Pasa!
PICASSO: (Acercándose tímidamente) Hola, Guus. ¿Qué es eso que huele tan bien?
GUUS: Patatas cocidas. Te huelen bien por el hambre que arrastras. ¡Miserable!
PICASSO: A mí me gusta todo. ¿Y Kees?
GUUS: Está dentro, con Francesca. Pintando.
PICASSO: ¿Con Francesca? ¿Pintando? Pero… ¡Cómo…! ¿Y llevan mucho tiempo?
GUUS: Un buen rato. Siéntate, Pablo. Ya van a terminar.
PICASSO: Me gusta que Kees vuelva a pintar. ¡Y Francesca es una fuente de inspiración inagotable!
GUUS: (Socarrona) Sí, sí...
(© D.C. 2010)


Guus, ¿está Kees? (Escena II)


La Compañía de Verano presenta


Guus, ¿está Kees?
SAINETE EXPRESIONISTA


ESCENA II
Guus, Picasso, Van Dongen, Francesca

Entran VAN DONGEN y FRANCESCA mirándose arrebolados. GUUS sigue atendiendo el fuego encendido.


PICASSO: Vaya, ya estáis aquí. ¿Has vuelto a pintar, Kees?
VAN DONGEN: Sí. ¡Ha sido magnifico! Estoy inspirado.
FRANCESCA: Es un gran pintor.
PICASSO: ¿Y qué estás pintando, si puede saberse?
VAN DONGEN: Desnudos.
PICASSO: Co… ¿cómo? ¿Desnudos? ¿De quién?
VAN DONGEN: De Francesca.
PICASSO: (encendiéndose) ¿De Francesca?
FRANCESCA: Vamos, querido, no te pongas celoso. Kees es muy profesional.
PICASSO: ¡Posando desnuda para él! ¡No digas nada más, por favor!
VAN DONGEN: Esto es ridículo, Pablo. Pareces un moro ¡Otelo!
GUUS: Parece un tonto, repitiéndolo todo constantemente.
PICASSO: (indignado) Bueno, ya has acabado el cuadro, no? Pues nos vamos, Francesca.
VAN DONGEN: Pienso pintar una serie completa.
PICASSO: ¿De desnudos? ¿De ella? Ni hablar. Vámonos, Francesca.
VAN DONGEN: Espera, amigo. Tenemos que hablar. Ya he pintado más de un retrato de Francesca, lo sabes. Estos cuadros son realmente buenos, tienes que verlos. Sentémonos. Guus, deja eso y trae algunos de los retratos terminados.
GUUS: (apaga el fuego y aparta la olla) Voy, querido. ¿Me acompañas, Francesca?
FRANCESCA: Claro que sí.
PICASSO: De todas formas, no me vas convencer.


GUUS Y FRANCESCA salen tranquilas por la puerta del fondo. Los dos pintores se quedan charlando junto a la pequeña mesita cubierta de cacharros. VAN DONGEN gesticula entusiasmado, tratando de convencer al pintor español de alguna cosa. Mientras, PICASSO le mira, entre apocado y receloso.

(© D.C. 2010)


Guus, ¿está Kees? (Escena III)


La Compañía de Verano presenta


Guus, ¿está Kees?
SAINETE EXPRESIONISTA



ESCENA III
Van Dongen, Picasso

VAN DONGEN y PICASSO, sentados sobre las dos únicas sillas de la sala, siguen hablando de negocios en voz baja. La mesa, abarrotada de avíos de cocina y retratos de Francesca, oculta en parte sus figuras. Por fin, VAN DONGEN se levanta con gesto de satisfacción.


VAN DONGEN: Bien, bien, Pablo. ¿Ves como al final los cuernos no duelen tanto?
PICASSO: ¡Cómo se te ocurre! ¡Eso ni mencionarlo!
VAN DONGEN: Tranquilo, Pablo. ¡Ja, ja! ¡El honor de los españoles! ¡Patético!
PICASSO: ¡Calla! ¡Me ofendes!
VAN DONGEN: No gritemos. Las mujeres nos van a oír. Mira, Pablo, tenemos un buen acuerdo. Yo me trajino... Perdón, pinto a Francesca y tú colocas los cuadros a tus amigos ricos. Para ti un treinta por ciento, hemos dicho. Así todos ganamos, no?
PICASSO: ¡No sé cómo me he dejado convencer!
FRANCESCA: (Desde el estudio) No ha resultado tan difícil, cariño.
PICASSO: ¡Descarada! (Volviéndose hacia Van Dongen) ¿Y Guus?
VAN DONGEN: Dentro, ya lo sabes. ¿Por qué lo preguntas?
PICASSO: (Cabizbajo) No, por nada.
VAN DONGEN: Vamos, Pablo, este es un buen acuerdo para todos. A Guus no le importa.
PICASSO: Entiendo. Ya no tiene remedio. (De repente, excitado) Oye, Kees... Sabes que tengo una fama... Mis cuadros se venden bien... Espero que este asunto no pase a la posteridad, ¿verdad, camarada?
VAN DONGEN: (Con aire de superioridad) Por supuesto, Pablo, por supuesto.

( © D.C. 2010)




Jonathan Richman: Pablo Picasso


17 de noviembre de 2009

Farsa de los docentes decentes



La Compañía de Verano presenta


Los docentes decentes
FARSA


(Cae la tarde sobre las ventanas del aula. Los maestros dormitan en los asientos, charlan entre ellos. De vez en cuando se oye alguna risotada fuera de compás).



EL JEFE DE ESTUDIOS: Buenas tardes y bienvenidos. Creo que hoy tendremos una reunión muy satisfactoria. Podremos terminar antes de la hora prevista.

EL DIRECTOR: Eso espero. Yo a las seis me voy, sí o sí. Señor secretario, abrevie.

EL SECRETARIO: Primer punto del orden del día: Lectura y aprobación del acta de la reunión anterior. Se lee y se aprueba.

EL DIRECTOR: Por unanimidad. Siguiente punto.

EL SECRETARIO: Punto número dos: Informe de la biblioteca. Toma la palabra el señor bibliotecario.

EL BIBLIOTECARIO: La cosa va muy bien. Para el año que viene abriremos la biblioteca, y después a esperar que los alumnos entren. ¡Será un éxito!

EL DIRECTOR: Habrá que celebrarlo. ¿Hay algo previsto?

EL DE EXTRAESCOLARES: Cafelito con churros, como el año pasado.

EL DIRECTOR: Muy apropiado. Otro asunto.

EL SECRETARIO: Informe de los distintos departamentos. ¿Quién empieza?

EL JEFE DE DEPARTAMENTO 1: Yo soy bueno, mi departamento es bueno, por lo tanto la tarea realizada ha sido buena. Muy dura, pero buena.

EL JEFE DE DEPARTAMENTO 2: (alzando la mano) ¡Pienso lo mismo!

EL JEFE DE DEPARTAMENTO 3: (levantándose bruscamente) ¡Y yo! Viva la docencia!

EL DIRECTOR: Calma, calma, ya sabemos que todos somos muy buenos, y se nota enseguida que estamos perfectamente coordinados. Os felicito. Bien, señor secretario, pasemos al siguiente punto.

EL SECRETARIO: Con la venia. Punto cuatro: Honores y prebendas. En consideración a la buena labor realizada durante años en esta santa casa, nombramos a la Jefa del Departamento de los Departamentos, Jefa del Departamento de los Departamentos y Otras Enseñanzas Regladas. A partir de ahora habrá que llamarla así.

EL JEFE DE DEPARTAMENTO 3: (gritando) ¡Se lo merece!

EL DIRECTOR: Sin duda. ¿Quiere decir algo la homenajeada?

LA JEFA DEL DEPARTAMENTO DE LOS DEPARTAMENTOS: Acato y agradezco, padre.

EL DIRECTOR: Muy bien. Siguiente punto.

EL SECRETARIO: Problemas graves y/o de difícil solución.

EL DIRECTOR: Ah sí, lo de las faltas de ortografía. Ya os dije hace tres años que tenéis que corregir las faltas de ortografía de nuestros alumnos. Lo estáis haciendo, ¿verdad?

(En la sala se produce un espeso silencio, que todos los presentes aprovechan para garabatear papeles o repasar el estucado de la pared)

EL JEFE DE ESTUDIOS: Según las estadísticas, la cosa va mejorando...

EL JEFE DE DEPARTAMENTO 4: Yo ya lo había notado.

EL JEFE DE DEPARTAMENTO 3: (gritando otra vez) ¡Las estadísticas nunca mienten!

EL JEFE DE ESTUDIOS: Debemos felicitarnos por este logro.

EL SECRETARIO: Para concluir, ruegos y preguntas.

EL DIRECTOR: (se levanta y se ajusta la americana) Permitidme un momento. Dijimos que acabaríamos a la hora prevista, y si empezamos con tonterías nos vamos a retrasar. Si os parece, lo dejamos aquí y ya continuaremos en la próxima reunión.

TODOS: (levantándose alborotados) ¡Se acabó! ¡Nos vamos!

EL DIRECTOR: Que Dios os bendiga.

(Salen todos precipitadamente. Todavía no ha oscurecido).