17 de mayo de 2011

Dudas monstruosas (I): Si los monstruos son verdaderos hombres

Digo: Lo primero, que aquellos hombres que solo son monstruosos o por tener duplicados miembros, o mayores de lo ordinario, o por falta de alguno, no por ello debe dudarse que su naturaleza sea de la misma especie que la nuestra, pues lo dicho no la varía sustancialmente.

Tampoco hay duda de que los gigantes fuesen (o sean, si los hay ahora) verdaderos hombres; y así solo está la duda de los pigmeos, y de los que tienen cabeza de perro, o figura de bruto.

Digo: Lo segundo, que los pigmeos son verdaderos hombres: así lo tienen Aristóteles y otros; y se prueba: porque así consta de el capitulo 27 de Ezequiel, número 11, donde refiriendo los soldados que tenía en su defensa la ciudad de Tiro, pone entre los demás a los pigmeos.

Dirás que no se percibe a qué propósito podían estar en Tiro dichos pigmeos. Respondo que ya dice el profeta, estaban para guarnición de sus muros, porque eran de agudísima vista, y en el arco y flechas muy diestros; y aun algunos quieren decir de agudísimo ingenio y loables costumbres, pero esto podrá ser hagamos en otra parte mención.


Extraído de: El ente dilucidado. Discurso único, novísimo que muestra hay en naturaleza animales irracionales invisibles, y cuáles sean (1676).

Una aberración de Fray Antonio de Fuentelapeña (1628 - 1702)


10 de mayo de 2011

El profesor Vohwinkel

El tres de abril de 1979, el profesor alemán Ralf Vohwinkel, de la Universidad de Heidelberg, aterrizó en el aeropuerto de San Pablo acompañado de su ayudante Martha Gilh. Acudieron a recibirle algunos militares de graduación, aunque sin uniformes. La llegada del eminente científico fue más que discreta.

El profesor se alojó en el Hotel Los Remedios, cercano a Tablada, y fue acompañado en todo momento por el capitán ingeniero Lahoz, responsable militar del "asunto 3003". Por la tarde acudieron al aeródromo sevillano, para concluir ya de noche con una fiesta-recepción en el Tablao Flamenco La Garrocha, a cargo de Capitanía General. Tras los invitados a la fiesta, entró en el local un personajillo que llevaba siguiéndolos desde que llegaron a Sevilla: el teniente psicólogo Martínez.

Sabedor de la llegada del alemán, Martínez supuso que el motivo de su visita era el ensamblaje y puesta en marcha del robot 3003. ¡Para qué si no habría de venir a Sevilla! Así que decidió convertise en su sombra hasta averiguar qué estaba pasando con el robot.

La verdad es que el profesor Vohwinkel estaba cansado del viaje. Parecía distraído, y no prestaba atención a la superficial conversación que el capitán Lahoz intentaba mantener en un inglés más que forzado. Hasta que apareció en escena Salomé del Mar, bailaora gaditana muy de moda por aquel entonces en todos los tablaos de Sevilla.

Al verla moverse por el escenario, al alemán se le llenaron los ojos de caderas y olvidó al instante todo el cansancio acumulado. Tras unas cuantas copas de manzanilla, hasta se arrancó por fandangos.

Fotografía realizada la madrugada del cuatro de abril de 1979 por el fotógrafo del ABC Domingo Montes. Nunca llegó a publicarse. De izquierda a derecha: la bailaora Salomé del Mar, un desconocido (posiblemente empleado del local), el profesor Ralf Vohwinkel, el capitán Lahoz y Martha Gilh. (FOTO ARCHIVO)


El teniente psicólogo Martínez miraba aquella escena con cierta envidia, oculto entre la espesura humana del local. A la fiesta se iban sumando cada vez más invitados, y con cada llegada de un nuevo personaje parecían crecer las ganas de juerga que todos sentían.

Sobre las tres de la mañana, el teniente Martínez decidió volver a casa. Apenas le quedaba dinero para el taxi.


7 de mayo de 2011

Escudo parque

Mosaico con el escudo de la ciudad de Melilla que se encontraba en el parque Henández, desaparecido tras la remodelación del mismo realizada en 2010.


Mosaico (¿escudo del Líbano?) que podemos ver actualmente en el lugar que antes ocupaba el escudo de la ciudad.


Estado anterior: Escudo de Melilla y glorietas al fondo aparecen perfectamente alineados.


Estado actual: Los tres espacios ya no están alineados, pero el conjunto ha ganado en colorido y vegetación.


(Fotos © David Calvo)


2 de mayo de 2011

Los novios antiguos

Mil novecientos...

Como si se tratara de un trozo del gran mapa de los amores perdidos, cada noche, tras la monótona luz de la taquilla del carrousel Palace, se desatan las pasiones reprimidas, y se reflejan en los espejitos del tiovivo miradas furtivas, caricias disimuladas en sillones de oropel...




Jaquima la mora se queda embobada mientras las figuritas de la taquilla bailan al son de un viejo cuplé. Jaquima es una morena gordita y muy guapa. Cuando mueve sus caderas al compás de la musiquilla, todos los hombres a su alrededor la miran con deseo. Las mujeres, con desprecio. Ella lo sabe y sonríe. Menea aún más su falda satisfecha de no ser, por un momento, la muchacha de la limpieza.




Adulfo Montero exhibe a su novia Juanita por plazas y ferias como si de ganado se tratara. La verdad es que la novia es digna de ver: grande y guapa como pocas. Una real hembra. Adulfo es celoso obsesivo; escruta cada movimiento de Juanita en busca de alguna evidencia de sus seguras infidelidades. Adulfo no tiene dónde caerse muerto, y vive amargado junto a Juanita, que le detesta profundamente.Juanita le pone los cuernos con don Genaro, el de la tienda, hombre tranquilo y de vida ordenada.



- ¡Paco, me has cogido la teta y esa mujer nos ha visto!
- No nos ha visto...
- ¡Tú qué sabes, si estás ahí a lo tuyo! ¡Nos ha visto!
- No nos ha visto, mujer...
- ¡Tate, Paco, que nos está viendo!




Marta compra palomitas todas las noches, aunque no siempre monta en el tiovivo. Si tiene suerte y algún hombre la invita, ella sube gustosa, y sonríe sin parar. Hoy no la ha invitado nadie. Marta cuenta con ojos llorosos las vueltas del carrusel, y piensa que se le va la vida entre aquellos caballitos pintados.



Mil novecientos...

El carrousel Palace era como un jirón del gran mapa de los amores perdidos, repleto de vida y secretos a media voz. Los caballitos se volvían cómplices de amores ingenuos deshechos en caricias a vueltas de tiovivo.

No era un juego de niños. Para muchos de aquellos novios antiguos, el carrousel Palace era la antesala de los sueños...




Los novios antiguos

DEDICADO A ELSA


Textos y fotos: David Calvo
Música: Ilegales
2011


Carrousel Palace. Fuengirola (Málaga)



1 de mayo de 2011

Las preguntas que me hacéis (XIII)

PREGUNTA: Qué, de nuevo en la botica, ¿no? ¿Cómo se llama esto, "en la botica nos vemos"? Bueno, ya está bien; parece que le tomas el pelo a los seguidores con tanto cambio de blog!
RESPUESTA: Bueno, todo cambia a nuestro alrededor constantemente. Este blog no iba a ser distinto.
P: Vaya respuesta. ¿Por qué has cambiado otra vez de blog? ¿El de las anotaciones no funcionaba? ¿Crees que te irá mejor con el ojo del boticario?
R: El ojo del boticario parece gustar más. Mira el número de comentarios, por ejemplo.
P: Ha tenido muy buen comienzo, desde luego. Sinceramente, ¿crees que a la gente le gusta más este blog?
R: Estoy seguro de que a la gente le gusta más este blog. Y voy mucho más lejos: Creo que este blog ejerce una sutil atracción sobre los lectores, como una especie de poder hipnótico que los deja embobados ante los anaqueles de la botica y hace que vuelvan una y otra vez.


Cabecera original de el ojo del boticario

P: ¡Qué dices! ¿Crees que el ojo hipnotiza a todo el que se asoma al blog? ¡Me tomas el pelo!
R: No es exactamente el ojo, aunque también influye. Mira, cuando el blog tenía la primera cabecera pasaba lo mismo. Mírala fijamente. Observa su poder hipnótico. ¿Ves? Todos enganchados.

Ojillo u ojete. Con la colaboración de Ángela Blanco


P: Creo que exageras. La primera cabecera era muy cutre y no engancha nada. La del ojo está un poco mejor, pero tampoco...

R: Eso es lo que tú crees. Pregunta a los lectores.