3 de febrero de 2010

El miedo (II)

Angelita repasaba una y otra vez aquel mensaje que había recibido de sus contactos en el Ministerio del Interior en Madrid. No lo podía creer. Había algo en aquella orden confidencial que le hacía presagiar los peores augurios.

En primer lugar, estaba fechada el 30 de enero de 1965. Hacía ya tres meses de aquello. Demasiado tiempo. Si no fuera por sus amigos en la capital, posiblemente ni se había enterado. El robot llevaba cuatro meses fuera de su control! A Angelita le recorrían escalofríos por la espalda imaginando las caras que tendrían los “corbatas negras” del Ministerio.


Por otro lado, la orden procedía del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) y alertaba a todo el Almirantazgo de la Zona del Estrecho: La Carraca, Grupo Delta, Tiro de costa…
Algo muy gordo tuvo que haber ocurrido.

La Carraca, en San Fernando Cádiz

A pesar de lo escueto del mensaje, estaba claro el asunto que lo provocaba: "DETEC 30 A-03". Debía de tratarse de algún avistamiento fortuito del robot, como ya había ocurrido otras veces en pueblos del Aljarafe. Pero estos tropiezos -que lógicamente creaban cierto malestar y alarma social- siempre se habían resuelto con un informe de la Guardia Urbana, con una buena comida para el alcalde, con un regalo. ¿Por qué alertar en esta ocasión a un tercio de la Armada española? ¿Por qué dar la orden de reforzar 24 horas la vigilancia del robot, en vez de detenerlo?

No se trataba de un simple avistamiento. Esta vez era algo distinto. Algo mucho peor.