17 de mayo de 2011

Dudas monstruosas (I): Si los monstruos son verdaderos hombres

Digo: Lo primero, que aquellos hombres que solo son monstruosos o por tener duplicados miembros, o mayores de lo ordinario, o por falta de alguno, no por ello debe dudarse que su naturaleza sea de la misma especie que la nuestra, pues lo dicho no la varía sustancialmente.

Tampoco hay duda de que los gigantes fuesen (o sean, si los hay ahora) verdaderos hombres; y así solo está la duda de los pigmeos, y de los que tienen cabeza de perro, o figura de bruto.

Digo: Lo segundo, que los pigmeos son verdaderos hombres: así lo tienen Aristóteles y otros; y se prueba: porque así consta de el capitulo 27 de Ezequiel, número 11, donde refiriendo los soldados que tenía en su defensa la ciudad de Tiro, pone entre los demás a los pigmeos.

Dirás que no se percibe a qué propósito podían estar en Tiro dichos pigmeos. Respondo que ya dice el profeta, estaban para guarnición de sus muros, porque eran de agudísima vista, y en el arco y flechas muy diestros; y aun algunos quieren decir de agudísimo ingenio y loables costumbres, pero esto podrá ser hagamos en otra parte mención.


Extraído de: El ente dilucidado. Discurso único, novísimo que muestra hay en naturaleza animales irracionales invisibles, y cuáles sean (1676).

Una aberración de Fray Antonio de Fuentelapeña (1628 - 1702)