9 de diciembre de 2009

La búsqueda (I): La víspera del viaje.

Un día, estando en la capital para una de mis revisiones periódicas en Aeródromo de Tablada, escuché una conversación entre gitanos en la que hablaban del Robot Amador, allá en las 3000. Era una coincidencia demasiado grande. Podía tratarse de algún compañero mío, de la serie A-00, buenas máquinas para el análisis estadístico y las previsiones meteorológicas, aunque fueron superadas pronto por las series A-o1 y A-02, dotadas con coprocesadores matemáticos de última generación, mucho más potentes y duraderos. (La serie A-03, a la que pertenezco, fue diseñada expresamente para actuar en el Frente del Mediterráneo, como apoyo logístico para las fuerzas del Eje).

Pensé que sería una buena actividad para llenar mi largo retiro: intentar encontrar a este posible compañero. Y puede que hubiera más. Máquinas conviviendo entre los humanos. Máquinas alemanas, o de cualquier nacionalidad. Aquí, en España, en el sur.

Se abría en mi mente una tarea fascinante. Robots erráticos, vagabundos, inconscientes de sí mismos, o trabajadores grises en alguna oficina gris, en alguna trastienda gris. Quizás triunfadores, ¿por qué no?. Ciberhermanos, en definitiva. Un impulso eléctrico recorrió todo mi cuerpo, desde la antena hasta el recién estrenado sistema motórico, que a punto estuvo de fundirme alguna reactancia. Fue como cuando no podemos dormir la víspera de un viaje. Emoción, creo que lo llamáis.

3 comentarios:

anónima dijo...

Hola 3003
En opinión de Sartre la emoción significa a su manera el todo de la conciencia, si nos situamos en el plano existencial, de la realidad humana.
La emoción es una transformación del mundo.Ese intento de actuar no es consciente como tal, pues sería objeto de una reflexión.
El paso hacia la emoción es una modificación total del ser en el mundo.

La bruja Piruja dijo...

A mi lo de emoción me suena a telefónica, y es que el lenguaje va cambiando con los tiempos que vivimos. Hace un siglo cuando se hablaba del movil, todos pensaban en un crimen y ahora todos piensan en un teléfono.

David Calvo dijo...

Oye Piruja, llevas razón!! Está chulo esto del móvil.
Gracias.