18 de noviembre de 2009

Los que estamos a este lado (II)



Estudio creativo de no sé qué.

3 comentarios:

David Calvo dijo...

No recuerdo de qué iba este taller creativo. Me echaron rápidamente sin darme tiempo ni a curiosear un poco. Al menos se ve (o más bien se intuye) lo que hay detrás de la puerta.

Anónimo dijo...

Tiene más encanto cuando no sabes que hay. La imaginación es libre.

Océano Mar dijo...

P.D. 02: No soy filósofa y no sé si sueno pedante, soy bastante hereje (y encima las más de las veces voy de que no), pero vaya la "P.D. 03" por delante ya que una vez aquí me dio no sé qué... (Es que suelo escribir en otra parte y luego corto y pego, por eso no leí la "advertencia" hasta no haber terminado de escribir... Y una vez escrito ya lo pongo, qué leches, el comentario).

Ayer (o antes de ayer, ya no recuerdo), terminamos de volver a ver "El Muro", ya es la tercera o cuarta vez que la veo y en cada ocasión descubro algo nuevo, un hilo conductor que enlaza unas ideas con otras (y al final se forma tal madeja que me acabo olvidando de todo). Lo cierto es que me di cuenta de un "detalle" que antes no había apreciado (y del cual puede que me acabe olvidando también)... Ya sabía que en la canción "Comfortably numb" (que ya en su momento me dejó sumamente pillada durante meses y aún me pilla) hay un momento en el que "alguien" pregunta: "¿Hola, hay alguien ahí dentro?". Ayer (o antes de ayer) descubrí que hay otro momento, al principio (y puede que también durante) en el que alguien (y creo que no es la misma persona) pregunta: "¿Hola, hay alguien ahí fuera?".

En ese momento me percaté de que me he sentido "a un lado" y "al otro lado" de la misma cosa alguna vez (y esto me lo ha recordado así que aprovecho y lo escribo por si se me olvida quede alguna constancia).

Y me gusta porque ahora lo sé pero cuando estaba a un lado o al otro no lo sabía, me resultaba imposible ser capaz de conectar ambos puntos, es más, me hacía sentir mal la certeza de que hubiera lo que hubiera en ese "otro lado" era inalcanzable para mí, por mi incapacidad de conectar con él, probablemente.

A veces sólo hay que cruzar la puerta... Otras, es la vida la que se encarga de darte la patada en el culo para que cojas impulso.

Últimamente me he sentido como a las puertas de cualquier estudio creativo, mirándolo desde afuera, captándolo, guardándolo en mi retina, en mi memoria... En mi incapacidad y en mi mala leche. Queriendo entrar ("Sin llaves a las puertas" que decía Manolito, frase que uso muchas veces).

Espero que no tenga que ser una nueva patada la que esta vez me coloque al lado contrario de éste. Aunque si es para colocarme en ese lado... Amén.

He tardado, he tardado... Pero llegué. Y me ha dado mucha alegría (y sorpresa, me gusta, sí, mucho... Por muchos motivos, entre otros y de los más importantes porque puedo ser yo aquí, escribiendo, no es que no lo sea en otras partes pero como que me da menos reparo...).

Unos dicen que es la falta de mielina, otros despiste (o cuelgue) natural... Yo lo llamo burocracia-matasanos y mataganas.

Siento lo largo del comentario...

Un beso 3003, desde esta orilla :)

P.D.: Y gracias por recordarme que se puede "volver a cruzar" aunque haya sido sin querer. De paso te recomiendo una película que de seguro te va a gustar: "Déjame entrar".