Uno de los aspectos más delicados de la puesta a punto del robot era el de su movilidad. Existían dos opiniones encontradas al respecto: por un lado, el profesor Vowinkel y su equipo eran de la opinión de reinstalar una unidad PUKOT original y dotar al robot de movilidad, aunque controlada, y por otro lado, el capitán Lahoz y los técnicos de C.A.S.A. eran partidarios de volver a inmovilizar al robot fijándolo a una estructura similar a la que ya utilizaron anteriormente, y bla, bla, bla.
Los microprocesadores del 3003 conectados a "la madre" captaban aquellas conversaciones y las registraba en las unidades de almacenamiento "a su manera", como venía ocurriendo durante todo el delicado proceso de reprogramación del robot:
Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr...
"...Que no me pongan piernas tipo spider, por favor. Son muy versátiles, pero quedan horribles".
Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr... ¡clic!
Grrrrrrrrrrrr...
Grrrrrrrrrrrr...
"...Que no me pongan piernas tipo spider, por favor. Son muy versátiles, pero quedan horribles".
Grrrrrrrrrrrr...
"¡Ya iba siendo hora de que estos malditos franquistas trasnochados me concedieran el look cibernético que merezco!"
Grrrrrrrrrrrr... ¡clic!