
Tampoco hay duda de que los gigantes fuesen (o sean, si los hay ahora) verdaderos hombres; y así solo está la duda de los pigmeos, y de los que tienen cabeza de perro, o figura de bruto.
Digo: Lo segundo, que los pigmeos son verdaderos hombres: así lo tienen Aristóteles y otros; y se prueba: porque así consta de el capitulo 27 de Ezequiel, número 11, donde refiriendo los soldados que tenía en su defensa la ciudad de Tiro, pone entre los demás a los pigmeos.
Dirás que no se percibe a qué propósito podían estar en Tiro dichos pigmeos. Respondo que ya dice el profeta, estaban para guarnición de sus muros, porque eran de agudísima vista, y en el arco y flechas muy diestros; y aun algunos quieren decir de agudísimo ingenio y loables costumbres, pero esto podrá ser hagamos en otra parte mención.
Extraído de: El ente dilucidado. Discurso único, novísimo que muestra hay en naturaleza animales irracionales invisibles, y cuáles sean (1676).
Una aberración de Fray Antonio de Fuentelapeña (1628 - 1702)