29 de octubre de 2010
27 de octubre de 2010
Cantautoras sositas
Esas cantautoras pavisosas... ¡Cómo me gustan! Cantautoras con ropita de niñas bien, preciosas voces y sujetadores con relleno. Muchachas sencillas, nueras ideales, con melena lacia o media melena... me encantan. ¡Ay, quién las pillara en una noche de afonía!
Zahara: Merezco (2009)
Marta Tchai: Perdiendo disciplina (2010)
Georgina: Me enamoré (2010)
24 de octubre de 2010
21 de octubre de 2010
Fuga en Tablada (II)
A los militares de la Capitanía Militar de Sevilla les interesaba conservar el viejo Aeródromo de Tablada porque suponía una salida fácil y segura hacia Jerez o Málaga, en caso de que las cosas se pusieran mal en la capital del sur. Los obreros de Construcciones Aeronáuticas y de la Fábrica de Artillería estaban cada vez más nerviosos y no se descartaba la posibilidad de un atentado. Ni el Gobernador Civil se sentía a salvo. Por eso le pidieron al Ministro del Ejército la renovación de los barracones siniestrados tras el terrible incendio provocado por un sobrecalentamiento en el cableado de la Central de Comunicaciones.
El presupuesto enviado a Madrid para reponer los sofisticados equipos calcinados sobrepasaba los dos millones de pesetas, una auténtica burrada. A nadie en Sevilla hubiera extrañado que los generales de Ministerio hubiesen clausurado las instalaciones.
Sin embargo, los militares decidieron reconstruir la vieja base de aviación, dotarla de los medios técnicos más avanzados y reforzar y ampliar la pista de aterrizaje. En Sevilla no se lo creían. Dado el escaso valor estratégico de Tablada, aquel esfuerzo económico parecía un derroche más de los tecnócratas del Gobierno.
Estado del robot tras el incendio.
Los restos calcinados del 30 A-03 fueron trasladados a un hangar de la zona este, algo retirado de los demás, que quedaba separado de la pista por una vieja valla. Hasta allí llevaron un camión-taller nuevecito escoltado por dos motoristas de la policía local.
También se desplazaron a la base el Teniente psicólogo Martínez y un equipo de técnicos de C.A.S.A. bajo las órdenes del Capitán Ingeniero Lahoz, que ya había asistido al robot en otras ocasiones. Todo aquel despliegue de personal y medios causó enorme expectación entre los reclutas de la base, y la cantina no cerró en toda la noche.
19 de octubre de 2010
17 de octubre de 2010
Fuga en Tablada (I)
¡Anda que no se iba a escapar el robot ni ná! O por lo menos intentarlo, que es lo que hizo aunque no le valió de mucho. La estructura que le mantenía inmovilizado frente a la mesa metálica era demasiado rígida como para poder liberarse de ella.
"Potro de tortura" diseñado por los técnicos militares
para mantener inmovilizado al robot 3003
para mantener inmovilizado al robot 3003
Frente a él, todos los instrumentos de comunicación y seguimiento del vetusto aeródromo ululaban alocados al sentir la enorme tensión que la máquina provocaba en su intento de fuga, pero todo su empeño resultaba inútil.
El sofisticado sistema de anclaje constaba de dos pares de clavos "inteligentes" que tenían sujeto al robot como si hubiera nacido soldado a aquella plataforma. Estos clavos estaban provistos de hasta doce sensores que enviaban ondas electromagnéticas al receptor instalado en la cabina de guardia de la sala de comunicaciones. Si la presión subía por encima de lo esperado, o el sensor sufría algún tipo de torsión, calentamiento o golpeo, una señal de alarma se activaba y rápidamente recibía la visita de los soldados de turno. Mal rollo.
Clavos "inteligentes" del sistema de anclaje
Le resultaba imposible interferir la señal de aviso, porque su transmisión era por cable. Pero tal vez podría encontrar la manera de calentar precisamente esos cables hasta provocar un cortocircuito. Era una posibilidad. Se podía hacer.
15 de octubre de 2010
11 de octubre de 2010
6 de octubre de 2010
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